KAQCHA, DANZA MILENARIA
Este texto “Kaqcha, danza milenaria”, es un ensayo sobre la
danza autóctona de la provincia de Melgar, definitivamente se puede encontrar
algunas pinceladas de esta danza, para que los estudiosos pueden tener en
cuenta.
HISTORIA DE LA DANZA KAQCHA
La kaqcha fue una danza esotérica, insignia del estado
andino, consolidada como instrumento de control social, internalizado en el
espíritu de sus creadores, que sobrevive y sobrevivió en el contexto de relaciones dominantes-dominado, generando
signos de conciliación, integración y protagonismo, en todo evento humano.
La kaqcha es una danza autóctona, que ha sobrevivido al
exterminio y persecución del invasor español, se ha mimetizado por sobrevivir.
Esta danza es el mito ancestral que sobrevive mimetizado y
actualizado, es el símbolo de la
cosmogonía primitiva, es sello de los valores y signos culturales de esa gran
civilización andina que desarrolló una modalidad propia de su tiempo.
HISTORIA
Esta danza es considerada como la más auténtica expresión de
euforia del espíritu campesino de la provincia de Melgar, es una manifestación
artística que trasunta momentos de descanso, después de las labores agrícolas y
de pastoreo, bajo cuya hermosa música se desarrollan sus variadas figuras,
danza vernacular en diferentes matices y dignificado, de canto y música
sugestiva original, que dentro de su policromía rutilante se eleva hasta el
cielo con auténtica expresión del hombre melgarino. (Ramírez, pág. 74)
Otra versión kaqcha
–hermana o hija del wifala- música pletórica pueblerina, al compás alegre y
juguetón de sus melodías enardece a la gente, sus notas evocan la lujuria de la
tierra anhelosa de que siga reproduciendo los alimentos y el ganado. Ha sido
incorporada a las corridas de toros, a los matrimonios comunitarios y
acontecimientos de la sociedad campesina y mestiza. (Siancas, pág. 76, 77)
Entre las numerosas y variadas danzas indígenas y mestizas,
que se conservan y ejecutan en la zona quechua de la extensa Meseta del
Collao, la denominada kaqcha debe
considerarse como la más auténtica expresión de euforia del espíritu campesino
kolla y trasunto de sus fugases momentos de solaz y descanso, después de sus
labores agrícolas y de pastoreo, y en su vida social dentro de los ámbitos de
su ayllu (Tapia, N° 2 pág. 36)
En el siglo pasado la kaqcha recuperó vigencia, especialmente
en actividades y festejos religiosos e institucionales, incluso motiva
institucionalizarla como danza clásica. su contenido la proyecta como danza
múltiple, danza insignia del incario, bailada en todo el Estado Andino, como
ritual ante y pos motivo, con la intervención de toda la población, se presenta
como indicio de alegría y beneplácito por la acción a realizarse o su
realización pasada.
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